«Para el cobijo humano, solo podemos usar aquellos materiales que podemos encontrar en la superficie o en las primeras capas de la tierra – allí donde el hombre vive: tierra, piedra, madera, fibras naturales, arcilla… Es de primordial importancia la relación entre el material y el individuo. La energía y el amor invertido en el material, el diálogo entre el artesano y el material está grabado permanentemente en el y permanece visible para todos los que después viven en su entorno».
Esta cita de Hassan Fathy (Arquitecto Egipcio 1899-1989) describe muy bien mi manera de entender y sentir y la construcción.
Hay que resaltar la variedad de beneficios en usar estos materiales tanto para el medio ambiente como para la salud humana y para la conservación del patrimonio.
La atmósfera y el clima interior son influenciados por los materiales de construcción y el mobiliario, y eso, marca la esencia de un lugar.
En el caso de los revestimientos estamos hablando de esa última capa, esa última piel con la que vamos a estar en contacto.
Muchos materiales y métodos de construcción modernos no solamente fallan su función protectora como una tercera piel, sino que a su vez tienen un efecto tóxico en los habitantes .
Los materiales naturales como la cal o la arcilla, aparte de estar a nuestra disposición en abundancia como materias primas, tienen muy buenas propiedades para su uso en la construcción, su característica más relevante recae en su interacción con la humedad. Son materiales porosos capaces de absorber el exceso de humedad y mantenerlo en su estructura porosa como una esponja, y devolverla al ambiente cuando es preciso ayudando así mantener un ambiente interior saludable y evitar patologías en la construcción.
Estos acabados también tienen un efecto positivo en nuestra psique y bienestar, activando nuestros sentidos y conectándonos de un modo indirecto con el mundo natural.
¿Quieres saber más?
La cal y la tierra se han usado como materiales para acabados en la construcción durante miles de años en todo el mundo. Siempre se han usado de modo simultáneo tanto para clases más altas como para las clases más bajas de la sociedad.
La tierra es el material de construcción natural más importante y abundante en la mayoría de regiones. Ésta se obtiene frecuentemente directamente en el mismo lugar cuando se excavan los cimientos.
Aun en la actualidad, un tercio de la población mundial vive en viviendas de tierra, y en países en vías de desarrollo esto representa más de la mitad.
Durante la revolución industrial, surgieron nuevos materiales etiquetados como rápidos y baratos de usar. En los países industrializados la desmedida explotación de recursos naturales y los sistemas de producción centralizados intensivos en capital y energía, no solamente generan desperdicios, sino que contaminan el medio ambiente, incrementando a la misma vez el desempleo. La producción de cemento contribuye alrededor del 8% del total de emisiones de CO2. El uso de la cal y la tierra como alternativa al cemento tiene un rol significativo.
Cada vez más, las personas que construyen sus viviendas demandan edificaciones eficientes económica y energéticamente, dan mayor valor a la salud y a un buen ambiente interior.
Actualmente se está viviendo un renacimiento de estos materiales dado al reconocimiento del “síndrome del edificio enfermo” y por la conciencia del impacto en el medio ambiente.
En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo por estudiar y recuperar técnicas de construcción con tierra y cal convirtiendo así, unas artes casi perdidas, en una nueva investigación de métodos y materiales.
